martes, 27 de enero de 2009

Y es que tú, y es que yo tenemos algo en común...

Por segunda ocasión en esta botica, aparece una mujer talentosa y muy hermosa, así es, de nueva cuenta en Pentragrama Emocional se cuela Ely Guerra con una canción que no podría ser tan perfecta y exacta en este momento...

No tengo mucho qué decir, sólo que se extrae del extraordinario álbum 'Lotofire' de la cantante, uno de los mejores discos que tiene (al menos para mi gusto) y bueno, a pesar de ser muy sencilla en música y letra, transmite nada más que sinceridad... Espero sea de su agrado y les llegue como me llega a mí...

Mejor me voy
explicando bien
a falta de precisas conclusiones
te diré
de corazón
lo que puede haber
en esta relación que se ha formado
sin querer

Sin querer te fui
cediendo
una y otra más
mi tiempo
y es que tú
y es que yo
tenemos
algo en común
algo en común

Mejor te voy
ubicando bien
no es que yo quiera imponer mi espacio
pero sé de corazón
que hay que establecer
los límites que pueden acercarnos
sin querer

Sin querer te fui cediendo
una y otra mas
mi tiempo
y es que tú
y es que yo
tenemos
algo en común
algo en común




La pregunta de la huida: ¿Y si no me quiero ir?

lunes, 26 de enero de 2009

Ahí vamos...


Nunca pensé llegar a hacerlo, nunca pensé tomar esa decisión... no sé ni siquiera por qué lo estoy haciendo pero ya lo hice, lo impensable, lo inimaginable... lo hice...

Esta entrada seguramente será entendida por muy pocas personas, estoy segura de ello, necesito gritar, decir, hablar, chillar, pegar... estoy desesperada por el futuro, por el mañana, por el 'al rato'... Tengo un nudo en la garganta que no se puede deshacer tan fácil, no quiero deshacer tan fácil...

¿Por qué lo hice? Por locura, por desesperación, por dolor, por 'querer más' y no poder más. No pensé que fuera a doler como está doliendo, no pensé que fuera a chillar como lo estoy haciendo, no pensé que fuera a dudar tanto como estoy dudando, no pensé que fuera a pensar tanto como estoy pensando. No sé si es lo mejor o lo peor, si lo debí hacer o debí esperar... no sé, lo hice porque lo sentí, sin pensarlo, sin preguntarme nada, sin preguntarle nada, lo hice, escribí, lo sentí y lo escribí.

Es inevitable pensar en 'no lastimar', me estoy lastimando, ahora mismo y no sé si alguien esté lastimado ahora mismo, el sólo pensarlo me duele y me duele mucho... mis ojos parece que son independientes de mi razón, aunque trato no dejan de inundarse, no dejan de sentir, de querer; no dejan de reclamarme...

Mi voz es nula, no existe, se rompe y es inevitable. Quisiera encontrar una solución, quisiera confiar en que algo se puede hacer, en que todo va a pasar pero es inútil, es querer tapar el sol con un dedo, lo hice y me quemé.

Luego viene una vez más, la mentira, una vez más el hacerme ver y sentir como una tonta, hacerme de lado completamente, sin ningún valor, como si no existiera o no quisieran que existiera... eso me confunde más, me hace sentir que hice lo correcto, que no hay duda y que fue lo mejor... ¿Por qué? ¿Para qué?

No entiendo nada, no sé a dónde voy ni cómo voy, no puedo pensar, sólo sentir, recordar, vivir... ni siquiera estoy segura, quiero todo y no quiero nada...

La pregunta finiquita: ¿En serio creíste que no me iba a dar cuenta? 

domingo, 4 de enero de 2009

Aprendizajes playeros...

La visita a la playa, el cielo atarragado de estrellas, la arena en el dedo meñique del pie, los ostiones, la hamaca, la voz del mar, el frío de la noche, las estrellas fugaces y los recuerdos, me hicieron aprender cosas que jamás imaginé, aquí enlisto las más importantes:
  1. Nunca compres tickets de autobús por internet a menos que tú seas el titular de la tarjeta bancaria
  2. Nunca viajes con un desconocido que se desparrama junto a ti en un viaje de 14 horas
  3. Jamás vayas a la playa sólo con chanclas y unas alpargatas con suela de mecate
  4. Por muy descabellado que parezca, siempre carga tu pijama y tu frazada al ir a la playa
  5. No olvides por ningún motivo tu bloqueador FPS 100
  6. Jamás duermas en medio de dos personas en una casa de campaña
  7. Si acampas sólo lleva una mochila, nunca lleves bolsas Louis Vuitton a una playa virgen
  8. Un petatito, un sombrero y tu atlas de México siempre hacen el paro
  9. Trata de acampar en un lugar libre de ermitaños, son lo más asqueroso del planeta
  10. El vodka y el clamato son una combinación mortal en la playa, puede que te termine cargando un desconocido porque tu amigo no te aguanta (pd. ponte a dieta)
  11. Nunca te vayas a la parte más picada del mar y menos si hay riscos filosos al lado, es muy probable que una ola agresiva te revuelque y termines mostrando tus encantos a un aldeano
  12. Una ensaladita de atún con jitomatito, cebollita, aguacatito, limoncito, sal, valentina y una chelita bien fría no deben faltar
  13. No olvides una chancla en el carro de tu hermano antes de partir a la vacación
  14. Siempre carga con un porta-sandías, nunca sabes si puedes comprar una en el camino por $5 o bien un banano por $1
  15. Por muy cansado o ebrio que estés, si tienes sueños de que hurtan tu bañador sal a ver, puede ser que un granuja amante de lo ajeno se lo lleve con todo tu dinero adentro
  16. Trata de ser amigable con los dueños de la enramada, si corres con suerte hasta te cobran menos y te piden tu teléfono al final de tu estancia
  17. No pienses que los ermitaños son amigos del turista, terminarán mordiéndote el pie
  18. Si sabes que perderás tu vuelo de regreso, no te muevas de donde estás, resígnate y disfruta el resto del viaje
  19. Si estás en un taxi colectivo junto a un adulto mayor, no pienses que su edad es un impedimento para que te toquetee la pierna; mejor cámbiate de lugar
  20. No vayas a acampar si no vas con un súper boy scout que pueda hacer sillones de arena, fogatas playeras con papel de baño y un gran penthouse con una casa de campaña con todo y tendedero. Finalmente, el mejor aprendizaje que obtuve en la costa michoacana fue:
  21. JAMÁS, PERO JAMÁS DEJES QUE TE TOMEN FOTOS A PLACER, NUNCA SABES CUÁNDO LAS USARÁN EN TU CONTRA...
Espero que estos consejos les sean de utilidad en sus próximas vacaciones, por supuesto se aceptan quejas, dudas, sugerencias y demás...

La pregunta aprendida: ¿Por qué alguien mete el dinero de su viaje en su bañador?

viernes, 2 de enero de 2009

En el mar, te quiero mucho más...


Miércoles 31 de diciembre a las 8 de la mañana, suena 'Girls' de los Beastie Boys en mi celular, mis dos roomies estaban bien dormidos, aún se sentía el friito, era el tiempo justo para despertar para no perder mi vuelo Guadalajara-México... ¿Qué hice? Apagué el teléfono.

Dieron las 10 de la mañana, yo ya estaba sola en la habitación, era momento de tomar una decisión, no había tiempo, era sí o no, irme o quedarme, ver esos atardeceres perfectos o abrazar a los abuelos... el tiempo corría y yo sentada sin saber qué hacer.

-Bueno, yo ya voy a la placita a buscar un bañador, se hace tarde-

La presión se hacía presente

-Ya quédate, neta, a qué te vas, ya no vas a alcanzar tu vuelo-

En ese momento me metí a nuestro penthouse, me cambié, recogí mis cosas y dije 'me voy'. Me despedí de los presentes, la Clau, la Moni, Yoli y emprendí mi viaje a la ciudad de México. El calor estaba incesante y la subida de La Ticla al inicio del pueblo era interminable... era el inicio de un muy tortuoso regreso...


Luego de caminar por calurosos minutos, mi acompañante decidió que era momento de esperar a que llegara algún buen samaritano que nos auxiliara y nos diera raite hasta la carretera... así lo hicimos, vimos pasar una procesión de gente que le cantaba a Jesús con máscaras, las vueltas en la camionetita eran más emocionantes que el Superman de Six Flags, 'Don Gabino' no dejó de hablar, y con este contexto llegamos a 'La Placita' donde debiera esperar mi camión que me llevara a Tecomán...



Luego de un viaje muy desagradable, donde un maldito viejo asqueroso raboverde me toqueteaba la pierna llegué a Tecomán... el reloj me acorraló, hiciera lo que hiciera mi vuelo estaba perdido; la frustración y el pánico comenzaron a apoderarse de mí. Lo mejor era regresar a la playa pero ¡NO! mis abuelos me esperaban, el pánico cada vez era mayor, no llegaba ni siquiera al último vuelo del día. Mientras me hacía cuata del de la tiendita de la terminal, recibí la llamada esperanzadora, un vuelo de Guadalajara a las 8:40 pm, ése era, no había más. Era eso o pasar año nuevo en una terminal de camiones...

Así pues, luego de comprar unos tenis re guapos y una blusita re coqueta en el aeropuerto de Guadalajara, llegué a la capital sudada, cansada, harta y con ganas de tocar una cama... No obstante, ver a todos los primos, abuelos, tíos, padres y amigos me inyectó mucha energía y reí como pocas veces...

Fueron 12 uvas, como cada año, sólo una fue especial y diferente, las 11 restantes sólo desean felicidad, buena vibra y paz para toda la gente que quiero...

La pregunta del vuelo: ¿Por qué compro tenis en los aeropuertos?