Los números pares siempre han sido mis favoritos, los siento como redondos, grandes, con cuerpo...
Cumplí 26 años el 26 de septiembre y sin duda, fue un cumpleaños diferente... comenzó con una vista hermosa al lago de Tequesquitengo, con olor a tequila y 4 personas que hasta el día de hoy son por demás importantes para mí; risas, anécdotas, besos, abrazos, lágrimas y sudor... todo iba embriagantemente bien hasta que mi brote de histeria somatizó y terminé en la ambulancia de la cruz roja de 'Jojutla'... no, no fue por alcohol.
Luego de todo un día conviviendo con epilépticos, enfermos de cirrosis, esclerósis, golpeados y demás, salí con las piernas como de papel de china y un hambre como pocas... así volví a la vista del hermoso lago y a la compañía de todos mis amigos que -ya ebrios- me esperaban en el lugar... así pasaron las horas, entre alcohol, música y muchas risas... y muchos recuerdos, también.
Fue un cumpleaños diferente donde sentí mucho amor, un cumpleaños que pudo ser diferente pero no lo fue, donde decidí dejar atrás recuerdos que herían y personas que me seguían apuñalando... fue mi cumpleaños 26.
Recibí 3 regalos únicamente, no más, un anillo, un collar y un sombrero... los mejores de todos mis cumpleaños.
La pregunta cumpleañera: ¿Llegaré a los 27?
