jueves, 28 de junio de 2012

Mi historia de amor.

1 año 11 días desde la última entrada titulada "AMOR"... 1 año 11 días después me hago exactamente la misma pregunta: ¿en dónde guardo tanto amor?

Tengo una historia de amor en verdad bella, no me importa cómo terminó ni los tropiezos que tuvo. Para mí es y será la más hermosa de las historias... con eso me quiero quedar.

No tengo una sola duda, la magia comenzó desde que le caí mal en msn, yo seca, cortante y sin muchas ganas de platicar lo conocí. Recuerdo que desde ese momento algo me llamó la atención, algo me atraía, algo me decía que iba a marcar mi vida pero siempre lo pasé desapercibido. He de confesar que aunque no hablábamos siempre habría una ventana de conversación y me reía con sus nicknames que cambiaba a diario.

La música fue la responsable de las primeras sonrisas y de ahí, una fuerza que hasta la fecha no logro entender nos mantuvo juntos... No sabría cómo describir esa sensación, es como si estuvieran con alguien igual a ustedes y que lo único que pueden hacer es disfrutar, así era... No era necesario nada más que estar, acariciar una pierna mientras The Chameleons hacían lo propio para ser feliz y no pensar en nada más.

El primer encuentro fue maravilloso, respiramos carcajadas, bromas y amor. Hubo cacahuatazos en el ojo, escupidas de halls y un hermoso e inolvidable beso en la cocina... El más perfecto de todos, de esos besos que sólo recordarlo te anuda el estómago. Me gustaba mucho, me gustaba para mí y para mi vida. Desde ahí aunque no lo supiera, aunque no lo reconociera, aunque no quisiera.

Al día siguiente un escrito en mi sala me sacó el corazón y un flan de 12 horas me dio la razón.

No tuvieron que pasar meses (como es lo "normal") para que nos diéramos cuenta que sí, éramos la pareja con la que queríamos perder los dientes y compartir el  bastón. La magia crecía y crecía a cada momento, a cada sonrisa, a cada caricia. No había ninguna duda de eso y no teníamos que hacer absolutamente nada para que fuera evidente para los demás.

Realmente sorprendente, incluso daba miedo el grado de conocimiento que teníamos el uno del otro... Ahora más bien creo que somos tan parecidos que no había diferencia entre ambos. Pensábamos lo mismo, soñábamos lo mismo, decíamos lo mismo, reíamos con lo mismo, amábamos igual.

Cada día con él crecí, cambié, maduré, soñé, creí, me ilusioné y amé. A pesar de la tinta de esas letras podía borrarse con la inmadurez de ambos, siempre encontrábamos una tinta más indeleble para volver a escribir los sueños de ambos.

Siempre fuimos dos niños en un parque de diversiones, siempre reíamos, jugábamos, hacíamos lo inimaginable por nunca perder ese disfrute por las cosas simples de la vida. Nacieron miles de personajes hermosos que nos acompañaron hasta el último momento y que seguramente hoy nos odian por haberlos dejado... El principal fue Fritz, un gatito hermoso amante del jazz, también llegó Zeus, Pierre, Bala, Robespierre, la changuita, la azuquítar morenita, Mr. Rat y muchos muchos más.

No puedo evitar que mis ojos me reclamen todos los recuerdos, se los he pedido todo el tiempo y nunca me hacen caso...

Un blog completo no me alcanzaría para escribir todos los hermosos momentos que viví, todos los sentimientos tan puros que conocí ni todo el amor que sentí.

Me quedo con todo eso, con todos los te amos, con todas las promesas, con todos los sueños, los planes, las ganas de seguir; me quedo con ese primer beso en la cocina, con esas noches en Roma, Paris y Londres, me quedo con los conciertos en Barcelona, con los aguachiles, las comidas improvisadas y deliciosas, me quedo con las noches de mezcal, los cariñitos antes de dormir, los maullidos, las series incompletas; así igual me quedo con todo el amor que tengo dentro de mí.

No quiero pensar en nada más, no quiero pensar en todo lo que nos lastimó y nos hizo claudicar, prefiero pensar que no pasó, que fue un hermoso sueño y que era imposible soñar tanto y llegó el momento de despertar. Prefiero pensarlo así... prefiero pensar que sigues aquí y yo ahí, prefiero pensar que a pesar de la distancia estaremos juntos.

Sigo creyendo y estoy convencida que somos el uno para el otro, no podría ser diferente, lo triste es que no estamos preparados ni es el momento para seguir un sólo camino. Creo que esta vez el destino se equivocó.


La pregunta histórica: ¿En dónde me voy a guardar tanto amor?