Tardé algunos meses para tener refrigerador y estufa, pero tardé casi medio año para 'hacerme' de una sala y ahora que la tengo quiero comprar TOOOOOODO lo que me hace falta; un antecomedor, lámparas, cuadros y demás cosas... sólo que todo irá pian pianito.
Estoy en verdad emocionada con todo esto, cada cosa que compro o que me regalan me pone muy muy feliz. Después de que casi pierdo el vuelo de Monterrey al DF, el avión tardó una hora en despegar por una 'falla', a la 1:45 pm tocaron el timbre del 10 y una voz masculina me dijo que venía de Liverpool a traerme una sala... en seguida bajé a abrirles.
Eran dos, uno gordito y otro flaquito y así sin más ni más bajaron el primer sillón como si fuera una mesa de Carta Blanca, lo metieron al edificio y luego se lanzaron por el otro... venían perfectamente bien envueltos. Creo que la subida de las escaleras les costó un poco de trabajo pero por fin llegaron las dos piezas sanas y salvas... El flaquito me preguntó que si lo desempacaban y dije que no, yo quería agasajarme. Supuse que les tenía que dar alguna propina así que pensé que $30 a cada uno sería bueno...
Ahora estaba yo, frente a dos bultotes de plástico y no sabía cómo empezar, así que comencé con el más grande a romperlo como podía, como un gran regalo con miles de envolturas... todo iba bien hasta que me di cuenta que estaba envuelto no sólo de lo de arriba sino TODO, el plástico daba la vuelta entera al sillón; por un momento pensé que sería imposible hacerlo sola, no podía cargar el sillón, así que decidí sentarme y esperar a que alguien me ayudara... Los que me conocen saben que soy necia, así que no pasaron más de 3 minutos cuando ya estaba rompiendo, rasgando y cargando el sillón.
Por un momento deseé que alguien estuviera conmigo ahí, que compartiera eso que para mí era tan especial, quería sentirme acompañada... después pensé que era precisamente el estar sola lo que lo hacía especial... yo frente a dos regalotes enormes, perfectamente envueltos para mí y nadie más, era mi momento, sólo yo lo podía disfrutar como lo hice, sólo yo podía abrirlos, destaparlos, olerlos, acomodarlos como yo quisiera y después de mucho sudar el primer sillón quedó.
El olor a piel se adueñaba poco a poco de cada rincón del apartamento y mi desesperación por abrir el cheslon hizo que lo hiciera de manera ágil y veloz... finalmente la pude armar, como yo quería en el lugar donde yo elegí... Como último toque agregué el tan amado tapete de pelos y quedó perfecto...
Hasta ahora sólo una persona la ha visto y me dijo que no estaba tan mal, creo que le gustó... a mí me encantó cómo se veía alguien más sentado en ella... Ahora el siguiente regalo que me haré será la pantalla!!!
La pregunta salerosa: ¿Cuánto durará el olor a piel que tanto me gusta?
I'm back, bitches.
Hace 5 años
1 comentarios:
hola, gracias por visitar mi blog...por cierto el tuyo me gustó bastante.
Y yo ando igual que tu, aquí remodelando la casa...emocionada y a la vez fastidiada por que ya quiero todo listo. Pero por lo que comentas tu ya casi acabas y yo apenas empiezo.
Un saludo! :)
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