viernes, 22 de mayo de 2009

Don Koala

Sin ningún entendimiento, con dolor en los huesos, sin respiración, con risa sarcástica y agua en el alma estoy aquí, hablando de viajes, de Yann Tiersen, de Darks y de cariño. Más de 120 minutos por celular no fueron suficientes para poder explicar todo lo que siento, pero sí para darme cuenta de lo que una persona puede llegar a conocer tus gustos, debilidades, tristezas, sentimientos y demás.

Don Koala se limitaba a decirme -ay marquinita!- mientras trataba de hacerme reír con un pésimo chiste de Fidel y Cuba... como hacía 7 años atrás; por supuesto, no lo logró. Es extraño pensar que alguien como él pueda ayudar, pero precisamente porque es él, podía entender lo que estaba sintiendo y no le era ajeno escucharme así ni saber cómo se me arrugaba el corazón... finalmente en algún momento nos íbamos a casar.

Es de las pocas personas con las que me siento con la completa libertad de hacer lo que se me venga en gana, y creo que sus palabras de 'siempre estaré ahí cuando lo necesites' son verdad y hasta ahora no me ha hecho dudar. Nunca hubo maldad en nosotros y todo fue por demás sincero.

Por alguna extraña razón desde hace ya algún tiempo nos echamos la mano mútuamente, conocemos bastante uno del otro y sabemos en un momento dado qué hacer, cómo actuar, qué decir... todo sin esperar nada a cambio, ya todo lo dimos alguna vez.

Es mi amigo, y por sobre todo lo que se pueda pensar no existe ningún interés en ninguno de los dos más que nuestro bienestar, no nos juzgamos ni tratamos de decir lo que está bien o está mal... eso no importa, sabemos que lo más importante es escuchar, sólo eso; esta vez le tocó a él.

Yo sigo pensando y pensando y pensando y pensando, no lo puedo evitar, así como no puedo evitar sentir este vacío en la panza y en el pecho... ya no sé qué más hacer.

La pregunta koalalosa: ¿Me tendré que hidratar más en estos días?

0 comentarios: