Bien dicen que tengas mucho cuidado con lo que pides porque se te cumple...
Siempre he creído en las señales y en esta ocasión no es la excepción; la vida te va marcando el camino y aunque te quieras ir chueco siempre te pone un tope que no esperabas. Muchas veces creemos y queremos que el camino sea otro, queremos prolongar la felicidad de un instante sin ver nada más allá, sin querer cambiar porque el cambio da miedo y no cualquiera se atreve a cambiar...
Me he dado cuenta que cada cosa que vivimos tiene un tiempo específico, un momento específico, una compañía específica... nunca sabemos cuánto va a durar o si será para siempre. Yo soy de las personas que bien o mal, aprende a base de golpes y de heridas... bien porque no me doy por vencida tan fácil y me gusta arriesgar aunque me hayan sacado de la competencia desde mucho tiempo atrás; mal porque siempre termino con los sentimientos hechos añicos y las esperanzas en el drenaje.
Siempre hay una luz en la oscuridad y cada quien llega a ella con las dificultades que le quiera poner. Yo estoy cambiando, yo me atrevo a cambiar y no me da miedo ver qué puedo encontrar, lo hago por mí y por nadie más; es muy difícil tomar decisiones, pero si no lo hago yo nadie lo va a hacer por mí, si nadie se preocupa por mí yo no tengo por qué desgastarme ni por qué gastar tanta vida en quienes no lo hacen por mí.
No sé qué vaya a pasar mañana, ni al rato, ni en 1 semana, ni cuando termine de escribir, ya no quiero pensar en eso, ya no quiero esperar ni buscar cosas que dejaron de existir hace mucho. Creo que pienso mucho y hago poco... creo que voy a hacer sin pensar en nada ni en nadie más que en mí y en lo que realmente quiero para mí... Si no lo hacen por mí, por qué yo sí tendría qué hacerlo...
La pregunta pedida: ¿Será el estrés... y si no?
0 comentarios:
Publicar un comentario