Creo que estoy comenzando la limpieza de escombros, ya tengo mi pala, mi grúa, mi casco y mis manos; es una zona de desastre total y no sé por dónde empezar, sólo veo polvo, humo, destrucción... Lo más importante es que tengo a todo un ejército detrás de mí, todos también con palas, picos y barredoras para dejar todo no como estaba, muchísimo mejor.
La música reapareció y me reclamó hasta el cansancio por todo el tiempo que la dejé en la maleta, hicimos las paces y un pacto: no volvernos a dejar.
Comienza la reconstrucción y no sé cuánto tiempo vaya a durar, no importa, más destrucción ya no puede haber.
La pregunta construida: ¿Me cambio de vivienda?
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