domingo, 24 de abril de 2011

Presente.

Congruencia y consciencia. Así es como quiero vivir...


Dos palabras con las que me he dado cuenta que se puede llegar a la tranquilidad y felicidad que quiero. Ser congruente entre lo que hago, digo y busco... ser consciente con cada letra que exhalo... Creo en mí, creo en quién soy, creo en la felicidad en mi vida... y sin duda, la quiero y quiero acostumbrarme a eso.

Estoy dispuesta a todo y justo por eso también acepto todo lo que vendrá para mí, cada día es una oportunidad de cambiar y ajustar los errores, cada día es una oportunidad nueva de crecer y volver a creer...

Paciencia, tolerancia, consciencia y respeto son mis principales ingredientes, de eso estoy hecha y siempre ha sido así, el problema fueron las pretensiones e inseguridades que me fui poniendo en el camino.

Me he dado cuenta que sufrimos porque queremos, porque así estamos acostumbrados y no porque el otro nos hizo sufrir... Todos llegamos hasta donde queremos llegar, nadie puede obligarnos a nada pero es tan fácil culpar a los demás de 'nuestras desgracias', de 'nuestras tristezas', de nuestras lágrimas cuando nosotros mismos somos quienes las generamos.

Hasta que no nos conocemos realmente y actuemos con plena consciencia, no podremos dejar de sufrir ni de creer que toda la gente está en contra nuestra y que todo lo hacen para perjudicarnos y hacer de nuestra vida un vía crucis... Estoy feliz que ahora entiendo tantas cosas... el por qué la gente actuó de tal o cual forma conmigo, estoy feliz porque me he dado cuenta que siempre he estado rodeada de amor... triste porque no lo vi antes, no 'tan así'...

Estoy feliz porque siento por alguien algo completamente nuevo, algo hermoso, algo sincero y limpio, sin fantasmas ni nada que lo nuble, estoy feliz porque conozco el amor más profundo que haya imaginado, porque lo sentí desde el día 1 y no ha cesado un sólo momento... estoy feliz porque puedo llegar a amar a alguien tanto como para que aún sin estar conmigo lo ame cada día más y me haga soñar cada segundo más... duele que no esté, duele y mucho más de lo que creí.

Llegó la hora de soñar, de volver a creer, de crearse a uno mismo, de ser feliz y de hacer feliz a quien quiera serlo, llegó la hora de amar sin miedos, de compartir sin excusas, de ser quién soy sin nada que ocultar ni esconder...

La pregunta de hoy: ¿Sola o acompañada?

0 comentarios: