domingo, 19 de octubre de 2008

Extrañamiento ejercitador...


Últimamente me ha dado por hacer cosas que hace mucho no hacía; escuchar música que tenía olvidada, re-leer libros que alguna vez fueron favoritos, mirar fotografías que me hacen recordar lo que fui alguna vez, leer viejos escritos y reír y llorar y volver a sentir...


Muchas veces me pregunto qué cosas me hacían feliz antes... no sé si con tristeza o alegría recuerdo que todo era más simple, si quería reír reía, si quería chillar chillaba, si quería hablar hablaba sin temor a nada, si me quería enojar me enojaba, si quería cantar cantaba, si quería besar, abrazar o sentir, simplemente lo hacía... sentía y lo gritaba y lo sudaba y lo vivía...

Mientras corría y veía cómo la subidita del Bosque de Tlalpan (actividad que por cierto también retomé) se acercaba peligrosamente, recordé lo que mi hermano me había dicho unos minutos antes:
-Para mí esta subida es una filosofía de vida, vas corriendo y de repente llega, muchos se paran y la suben caminando, yo le doy más duro... cuando termina viene la parte plana y después la bajada... ahí te das cuenta que valió la pena no haberte subido caminando...-



Ahí estaba yo con 'Don´t stop the music' en mis oídos, recordando aquellos tiempos cuando le daba quién sabe cuántas vueltas a esa pista, cuando esa subidita -que es el infierno hecho curva- no era ningún obstáculo y por el contrario, me emocionaba llegar ahí... ahora sentía temor por no saber si llegaría si quiera a la mitad. En ese momento me di cuenta que estaba proyectando mi estado actual, en ese momento me di cuenta que en mi vida estoy subiendo caminando por miedo a no llegar.

Fue en ese momento cuando me propuse subir corriendo, sí, pero también hacerlo día a día... hacerlo y no sólo recordar lo feliz que antes era y lo libre que me sentía... Quiero correr sin que me importe saber si detrás de mí viene alguien, quiero correr sin ver los kilómetros que me faltan para terminar, quiero correr y emocionarme al ver la subida y disfrutar la bajada sólo como algo pasajero, no como lo máximo. 

No me gustaría volver a ser la que era antes, aparte de que es imposible, seria no aceptar todo lo que me pasa actualmente. Creo que dejar de extrañar será imposible, la diferencia es que ahora quiero extrañar eso que ya no está y saber que mañana extrañaré como soy hoy, no como fui ayer... 

Quiero dejar de tener miedo...

La pregunta del kilómetro: ¿Por qué las ardillas no se asustan al ver a tanto loco corriendo?

5 comentarios:

Edgar Durán dijo...

sabes, no hay nada más que subir corriendo todo el tiempo. Darle con todo. Si estas triste, chillale con todo y no te desanimes si te llevas 6 meses chillandole (a la ardilla que no se espanta o al wey que se espanto); si te convertiste en una cabrona, cabroneale con todo... y así, siempre con todo.
Preferible tener instantes de emociones que justifican la vida, que certezas aburridas día a día. Y el "con todo" te da la libertad de embriagarte en tus entregas... un beso a la morena de juego.

julieTita dijo...

por alguna extraña o simple razón, no lo sé, tus palabras y consejos siempre llegan a esos huequitos que faltan por llenarse... Démosle con todo amigo!!

T E A M O O O O O O O O O O O U U U U U U

Mr.Kite dijo...

Estimada Tía,
Me parece linda la idea de que tenga esa ´visión de la vida y esas ganas de correr, dejar todo y conquistar no solo sus metas sino a sí misma.

Por mi parte yo le comento que yo no camino, no corro, ni siquiera me esfuerzo en que mi mirada alcance algo más allá, ¿sabe?, creo que soy ese que se queda sentado viendo como todos buscan algo, yo no busco nada porque creo en nada y tampoco necesito nada.

La vida no es más que un conjunto de elementos concatenados que terminan en nada.

Por eso me toca la pregunta:
¿Para que correr si podemos desaparecer?

julieTita dijo...

me da la receta para desaparecer?? por favor?? y yo le doy 200 mil...

Anónimo dijo...

Últimamente me ha dado por hacer cosas que hace mucho no hacía; leer blogs de amigas q hace mucho no leía, comentar satíricamente y provocar una sonora risotada, hace tiempo intenté correr, pero lo hacía en el sentido contrario y no por la grava (si, también en el Bosque de Tlalpan; el cual, por cierto, a las 6am es el de Blair)
Con tus reflexiones nos quedaremos algunos profesionistas sin chamba, aunq realmente como buen exhibicionista, salir de las entrañas del bosque, solo con la gabardina... es una profesión que gusta a las ardillas!!!