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lunes, 31 de mayo de 2010

Detalles.


Un detalle hace la diferencia en un beso...


Un detalle es una mirada diferente, una mordida sorpresiva...

Un detalle te regala una sonrisa y te hornea la ilusión...

Un detalle es secar una lágrima...

Un detalle es comer helado sentada en la banqueta...

Un detalle no tiene salida de emergencia...

Un detalle es transparente y sabe a ajonjolí...

Un detalle son cinco minutos más en el reloj...

Un detalle huele a Fa sostenido mayor y se escucha en tonos marrón...

Un detalle es ver a mi abuelo cantar y a mi abuela bromear...

Un detalle puede bailarse pegadito y juntando la nariz...

Un detalle es kinestésico...

Un detalle tiene pimienta, sal y catsup...

Un detalle puede convertirse en realidad...

Un detalle sueña y vuela y toma café...

Un detalle tiene cubierta de caramelo y envoltura de bombón...

Un detalle eres tú o yo o los dos o ninguno...

La pregunta detallada: ¿Cómo se llaman los detalles?

jueves, 7 de enero de 2010

Inconsciente inocente

Abro los ojos y me doy cuenta que no ha pasado nada, que el polvo no se ha movido ni un milímetro de donde lo dejé, las telarañas están en el mismo lugar y huele a encerrado. Hablo hablo hablo hablo sin decir una sola palabra; pienso pienso pienso pienso y grito de dolor. Es como si nada existiera, como si nada existió y respiro hondo y recuerdo un sábado junto a una maleta oscura desbordando cachitos de mí... me sigo destrozando los dedos sin sentir y vuelvo a respirar, pienso en ese letrero 'eres lo que piensas' y 'caminar lento es caminar seguro' y vuelvo a respirar, a recordar y a vivir.


¿Qué fue lo que pasó? ¿En qué momento desperté? o más bien ¿en qué momento me dormí? Es un blackout que me atiborra de gran felicidad disfrazada de miedos, inseguridades y temores... no les creo, me quieren despistar aunque saben cómo quemarme hasta las palabras.

Y la vida sigue y la música y el amor y yo.

La pregunta inocente: ¿Cuánto tiempo es mucho... es poco?

miércoles, 8 de abril de 2009

El espejo se rompió...


Sí, a unas horas de irme a Playa del Carmen y de pasar un fin de semana de ensueño, el espejo se rompió, se cayó y en polvo se transformó... Supuestamente estaba pegado con silicón y eso haría que no se cayera, que quedara fijo, inmóvil y servible... ya había aguantado un par de caídas, ésta ya era una exageración, hubiera sido un milagro o algo más.

Se quebró por completo, no quedó ni un cachito intacto, todo se rompió y eso que ayer se le aplicó una doble capa más de pegol... Está completamente inservible, no hay nada por hacer, aunque lo trate de pegar quedarán millones de huequitos vacíos que son imposibles de llenar; ni siquiera para regresarlo, el ticket lo tiré hace mucho aunque siempre supe que los clavos eran más seguros... siempre ando arriesgando.

A unas horas de sentir la arena blanca en mis pies, el espejo se rompió y ya no hay nada qué hacer ni cómo reponer el daño. Muero de sueño, de coraje, de rabia, de enojo, de tristeza, de impotencia y de incertidumbre... no tengo ganas de hacer nada.

La pregunta del espejo: ¿Por qué la tierra se tragó todos mis bañadores a un día de salir a la Riviera Maya?