Todo transcurría con normalidad... caminaba feliz por Horacio y Newton mientras pensaba en las horas que dormiría y en el descanso tan merecido que tengo... Caminaba, pensaba, reía y seguía caminando; ahora Newton y Homero, luego Homero y Petrarca y luego al edificio de la puerta con chichis.
-Ay mis llaves, las tengo que sacar- y busqué y saqué y busqué y volví a sacar... mi oso había desaparecido... mi corazón estaba perdido, no tenía cómo entrar y mi vejiga ya no tenía más capacidad. No podía ser, no podía creerlo pero era la realidad, mis llaves habían desaparecido, mi oso decidió mudarse sin avisar y yo afuera sudando y deseando un milagro.
Tuve que llamar a casa para que vinieran a abrirme mientras Doña Ceci me abría la puerta grande y me dejaba pasar al número '9' para que no estuviera en las escaleras. Fue el momento en el que Ernesto se hizo presente, sí, el vecino del '11' quién amablemente se presentó y con un gran apretón de manos me dijo -lo que se te ofrezca-. Por fortuna o no, mi interfon también es el del '11' y el del '12' por lo que Doña Ceci decidió hablarle a Ricardo, el vecino del '12' quien también se presentó muy amabley me brindó ayuda en algún momento deseado.
Fue el primer encuentro vecinal, bastante agradable, creo que es bueno conocer a quien gritaba tan eufóricamente CÓMO NO TE VOY A QUERER!!! GOOOOOOOOL!!! PUMAAAAAAS!!! al menos ya tendré en dónde ver los partidos...
El siguiente encuentro será el sábado 20 a las 10 am, tengo que dejarlos a pasar a mi hogar para que arreglen su interfon... tal vez prepare galletas y café, sólo tal vez... mientras tanto dormiré como nunca y soñaré despierta.
La pregunta vecinal: ¿Quién habrá encontrado a mi oso?