miércoles, 19 de noviembre de 2008

Lo que viene siendo la náusea...


No, no querido lector, no hablaré de Jean Paul Sartre... hablaré de mí y de mis ganas de contraer el intestino para que salga su relleno... Así es, el lunes empezó todo, mientras me deleitaba con una lectura bastante divertida (de la que seguramente hablaré después), unas ganas de echar la guácara invadieron mi ser. Esa salivita característica salada en la boca ya no me dejó hacer nada...

Todo el día estuve asqueada, es más, ningún tipo de alimento se me antojaba, fue una cosa espantosa... por fortuna llegó la noche y con ella Morfeo, a pesar de que me dormí a las tres de la madrugadita, el dormir me quitó esa horrible sensación...


El martes ni siquiera me acordé hasta el momento de la comida. Mientras mi paladar terminaba de saborear un delicioso filete zarandeado, se me ocurrió hablar de un tema que al público en general le da mucho asco: 'el chorro', mejor conocido como diarrea, intestino guango, córrele que te alcanzo o como quieran llamarle... Generalmente, como muchos de ustedes saben, estos temas nunca han sido desagradables para su servidora y siempre los he abordado de una manera muy natural. Esta vez fue diferente ya que mi propia plática me dio asco y no pude terminar de comer...

El resto del día fue un suplicio, ya que cualquier cosa que pensaba, o escuchaba me daba mucho asco, tomaba agua y me daba asco, mascaba chicle y me daba asco, todo, absolutamente todo me daba asco... Se me ocurrió ya más en la nochecita, tomar un bocadillo de jamón, queso y un jitomate cherry... no no no no, no lo hubiera hecho, lo mastiqué una vez y todo se me regresó, tuve que tomar una servilleta en ese momento y escupí todo lo que mi área bucal contenía... eso fue hasta que me dormí.

Hoy amanecí como si estuviera crudísima, con una sed que ni todo el mississippi me hubiese podido quitar. Lo primero que hice al despertar fue tomar una botella de 600 ml. de agua sin parar, toda, me la eché... Acto seguido, la maldita salivita salada se volvió a apoderar de mi gusto y así todo el día. En la comida, me volví a echar un zarandeado y ni siquiera me lo terminé de lo asqueada que andaba... Me dicen que vaya al galeno pero pues yo digo que pronto se me quitará...
La pregunta asqueada: ¿Por qué ahora también manejo lo que viene siendo el mareo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que viene siendo la rayuela...
No, no hablaré de Jorge Luis Borges... hablaré del juego callejero que sirve de pasatiempo de taxistas en base y algún que otro viene viene de polanco. Así es... yo también lo he llegado a jugar.. creo que soy bueno en eso de quedarme al borde de la raya, cerca de la pared, sin estar entre la espada y alguien más... es algo muy parecido a la nausea aunque los escritores sean de continentes distintos. Recién degusté salpicón de pollo... los salpicones son buenos, casi siempre, bueno algunos, de hecho pocos...
La gente me dice que vaya al galeno, solo que me topé con un gallego... quiso contarme un chiste sobre mexicanos y creo que lo ignoré, mejor voy a buscar al chino del aereopuerto... parece que todos hablan de él.
La pregunta: why being so hot i feel so cold???

julieTita dijo...

if you feel so cold, call me, maybe i could do something for you... jajaja

cuando vayas a ver al chino me avisas para ir contigo, me da mucha curiosidad... en una de esas sabe jugar rayuela también y podríamos apostar un vuelo a la china antigua...