De esos días en los que ves todo lo que no querías ver y sólo sientes que tu cuerpo comienza a hablar, las mandíbulas comienzan a correr y la sangre a espesarse. AHHHHHHHHHHHHHHH sólo quiero golpear mi almohada (qué conveniente) hasta sacarle la última pluma.
Siento un descontrol total de mí. Recuerdo tanto y sigo sin poder creer tanto; tengo ese coraje que pocas veces se huele.
La pregunta rabiosa: ¿Será como en el libro?
0 comentarios:
Publicar un comentario