lunes, 1 de marzo de 2010

Parece que fue ayer

Quien me conoce y ha estado cerca de mí, sabe lo que me costó encontrar una guarida donde comenzara una nueva vida... estafas, los fines de semana recorriendo la del valle, la narvarte, la anzures y finalmente polanco; desde no tener un solo vaso hasta tener mi flamante sala de piel el proceso de independencia ha sido divertido y de eso ya son 365 días...


Parece que apenas fue ayer sábado 1 de marzo de 2009 cuando me entregaron las llaves de la que -hasta hoy- sería mi espacio vital.

Sin duda, este gran baúl de sentimientos me ha dejado muchísimo aprendizaje, muchas risas, muchas lágrimas también pero sobre todo, mucho crecimiento. Fiestas, cánticos, amores, días sin luz, regaderazos de agua fría, tiradero, pulcritud y mucha buena vibra han sido los inquilinos de mi departamento... todos recibidos siempre con mucha felicidad.

A pesar de que en estos momentos quisiera pintar todas las paredes de negro y sacar todo lo que tengo, llegar cada día al número 10 es un respiro (que termina en ahogo) para mis emociones; aunque si debo ser sincera, hay ocasiones en las que quisiera llegar y que alguien gritara -¡quién llegó! o mejor aún, escuchar que abren la puerta y saberme acompañada aunque sea por sólo un minuto.

Agradezco a todos los que han visitado mi guarida, los que fueron y no regresaron, los que nunca lo han pisado, los que han hecho destrozos y los que lo han limpiado... agradezco a todos los que me han dejado dormida y a los que me han despertado, a los que han llegado sin conocerme y a los que llegan aún sabiendo lo peor de mí...

Pian pianito he ido arropando mi casa y aunque todavía me falta mucho, ya medio se ve como una casa decente y linda, con rafaelas, una hermosa bici y un gran portaretratos que hacen sentir a gusto a cualquiera que va... creo.

La pregunta casera: ¿Cuál será mi próxima adquisición?

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