domingo, 9 de mayo de 2010

En verdad me tropecé...

Sí, lo prometido es deuda y ahora que estoy Enzurdokada, vamos a irnos al capítulo 13 de la película... la niña comienza a desarrollar un gusto por el rock en español (aunque extrañamente no deja de escuchar Jeans, Kabah, OV7 y demás grupos juveniles del momento).


Aunque sigue siendo de las mejores en su clase, poco a poco la sangre rebelde comienza su efervescencia... Desde esa edad, incluso un poco antes, ciertos grupos, canciones y armonías le hacían sentir algo adentro de la panza... poco tiempo después conoció a Moby y fue la perdición...

Aquí está una canción que desde que la escuchó por primera vez, le revolcó todos los intestinos, ahora siente lo mismo con otro significado... y lo hice... tropecé.

Al principio al tropezar
lo sabía, algo andaba mal
andaba mal desde el instante
desde el instante en que la aprendí a domar

Después fue al revés
todo lo hacia en un dos por tres
se deslizaba por la alfombra
desesperado tal vez

¿Para qué alegar?
si sabemos que es verdad
es verdad y ya lo sé
en verdad me tropecé

¿Para qué alegar?
si sabemos que es verdad
es verdad y ya lo sé
en verdad me tropecé

Con el tiempo al tropezar
lo increíble se volvió normal
se hizo normal sin percatarme
que cada instante lo tuve que pensar

Así pasó tal vez
No me preguntes, sé que tu lo crees
si quedan rastros de mi sombra
busca en el techo y tal vez...
Busca en el techo y me ves

¿Para qué alegar?
si sabemos que es verdad
es verdad y ya lo sé
en verdad me tropecé

¿Para qué alegar?
si sabemos que es verdad
es verdad y ya lo sé
en verdad me tropecé

Tropecé!
Oh! Y tropecé!
Tropecé!
Y tropecé!





La pregunta tropezada: ¿Y ahora... Estaré tropezando?

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