lunes, 3 de mayo de 2010

Antojos.


Desde que desperté con el corazón en la garganta y con una sensación asquerosísima, me llené de antojos que hasta el momento no he podido saciar...

Antojo de no soñar tan feo ni despertar llorando como lo he venido haciendo (por Dios, despierto con una taquicardia incontrolable), antojo de dormir 1 hora más sin la angustia de tener mil pendientes por hacer, antojo de un beso mañanero como bien me lo describieron hace algunos días, antojo de usar mis converse rosas brillosos de botita combinados con mi playera felina (check), antojo de no tener que usar mi crema para piel ultrarecontra sensible (me di el lujo, sólo por hoy), antojo de un express doble (¿Ristreto cuenta? NOT!), antojo de escuchar 7 millones de veces el Requiem y la Misa de Coronación de Mozart (check), antojo de cantar ambas obras a todo pulmón, antojo de que llegara el genio del candil a concederme 3 deseos, antojo de no ir a la oficina, antojo de no recibir ningún mail ni llamada laboral, antojo de ir corriendo con mis abuelos y abrazarlos y decirles cuánto los amo (la telefonía siempre ayuda), antojo de un helado de pistache con topping de higo fresco, antojo de unos Burritos de carne deshebrada, antojo de un abrazo a media tarde, antojo de un beso de mamá, antojo de tener puente como niña de primaria, antojo de una Carolus Classic, antojo de que sea viernes, antojo de ver a Lorenzo Ximeno, al amigo hermoso y a mi manito, antojo de detener el tiempo, antojo de atrasar el tiempo, antojo de adelantar el tiempo, antojo de unos nuggets con mostaza (patrocinados por Albertano), antojo de un Jarrito de mandarina, antojo de recibir una llamada inesperada, antojo de saber el futuro y olvidar el pasado, antojo de aprender a andar en bici, antojo de tocar a Chopin en piano, antojo de volver a disfrutar y volver a creer, antojo de una mirada transparente, antojo de limpiar mi hogar, antojo de concentrarme para terminar pronto y dormir, antojo de comprar otros papos verdes (Andrei es el encargado de cumplir mi capricho), antojo de divertirme tanto como el sábado, antojo de bailar, antojo de ver la luna hasta escuchar su voz tranquilizándome, antojo de echarme en mi tapete hasta quedarme dormida, antojo de dormir por horas, antojo de soñar bonito, antojo de volver a despertar...

La pregunta antojadiza: ¿Alguien me ayuda con alguno? Hay para escoger...

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