sábado, 9 de agosto de 2008

Noche de Jacalito


Viernes por la noche: yo en la esquina de Nuevo León y Michoacán, terminaba mi penúltima sesión de blanqueamiento dental (y después de los 10mil gordos que pagué por ello ahora dudo que funcione)... El chipi chipi de la lluvia me esponjaba el cabello mientras yo esperaba a que el Garito pasara por mí. Como siempre cargaba a macleta -extensión de mi ser- mientras veía cómo pasaba el tiempo. Escucho el cláxon de un vehículo y sí, ahí estaban, Ecsorín de piloto y Garín de copiloto, enorme gusto me dio ver a Edson a quien no veía desde hacía mucho...

Luego de un tránsito vehicular asqueroso llegamos, la legendaria cantina Covadonga nos esperaba.
-Dos Modelos Especial y una Negra Modelo por favor... ¡ah! y cacahuates-
Fue el menú inicial y un ¡salud! fue el saludo... Comenzaron a llegar más amigos, Victorio a quién ya esperábamos, la Chabelina de quien sólo tengo excelentes recuerdos, unas 'amigas' del Garín (todos unos elementos, entre ellos Amanda Miguel) y al final llegó Rufito y un amigo (de quien lo único que recuerdo es que estaba sentado a mi derecha)...

Los temas de las charlas eran innumerables, sin embargo estábamos ahí, todos juntos compartiendo, yo le contaba a Garito lo que me había pasado en las últimas horas, compartía mi resignación y mi triste manera de sentir. Cervezas y más cervezas, uno que otro tonic hacía su aparicion, cachuates salados y uno que otro platito de chicharrones eran la oferta de la noche. 

La noche era joven y el ánimo desbordante. Las propuestas para 'seguirla' no se hicieron esperar y finalmente el Jacalito fue el ganón. Ese gran lugar ubicado en la Roma y que ha sido escenario de momentos inolvidables para mí, como cuando mi ex pareja sentimental Carlitos Carrasco -Don Koala- me armó un gran pancho por bailar una rica salsa con el Garín; cómo olvidar cuando también llevé al Maicól (mi última ex pareja sentimental) y lo primero que hizo fue quitarse el reloj, por aquello de que alguno de los presentes se lo quisiera quitar ja!; de las mejores experiencias fue ver volar a Pancho Cachondo (sí sí, el diputable) con fondo musical 'la arena estaba de bote en bote' y caerle a Cocorín (un gran amigo que está del mismo vuelo), escena memorable... En fin, así como esas miles de anécdotas puedo contar. Ahí estábamos, de nuevo en el Jacalito.

Entramos y nuevamente, el cartón de chelas se hizo presente... el sudor de la gente presente era uno mismo, no se podía caminar. No sé si coincidencia o brujería de los indios pieles rojas que cuelgan en las paredes, siempre me toca estar frente a la rockola ubicada debajo de la virgencita de guadalupe y de san juditas tadeo. Todo era maravilloso, yo la pasaba bomba y por fin podía olvidar mi estado de ánimo, brindábamos, bailábamos, reíamos... Aún recuerdo cómo el encargado del baño me preguntaba si 'tenía un chance conmigo' jeje, mientras tanto Luis, el DJ me reconocía de otras visitas...


La madrugada se fue muriendo, salimos y de repente un tipo bastante 'corriente' se la empieza a hacer de jamón al Garín, yo ni sabía por qué o qué, sólo me dio mucho coraje y le dije 'pinche muerto de hambre'... el hombre tenía ganas de pelear por lo que se veía, escupió y se creía el muy muy. Hasta ese momento sólo había sido un 'connato de bronca'... 

Como siempre mi estómago me empezó a reclamar... ahí mismo vendían unos tacos de bistec y longaniza que se veían re buenos, sobre todo con alcohol en la sangre; yo saqué mis moneditas y pedí 2 de bistec, se me hacía agua la boca, les eché su respectivo limoncito, su salsita y cuando me lo llevaba a la boca me di cuenta que la gente volteaba a la calle, hice lo mismo y la escena era horrible, el gato ese que quería pelear lo había conseguido, Garo tirado sobre Medellín estaba siendo pateado por este individuo, mis tacos los dejé en la banqueta y corrí hasta él, no recuerdo muy bien qué fue lo qué pasó, yo sólo le gritaba al imbécil ése. Garito estaba ahí, todo ensangrentado con macleta en su espalda... No supe cómo, Edson llegó nos gritó, nos dijo que nos fuéramos al carro, un buen samaritano me alcanzó mi bolso y nos fuimos al vehículo...
-Dime que estás bien-
Era lo único que podía decir, sólo quería saber que mi amigo estaba bien a pesar de toda la sangre que tenía...

En el carro ya no pude y como si fuera una niña chiquita empecé a llorar incontrolablemente, lo demás ya es historia...

La pregunta para esta entrada es: ¿Quién me acompaña al Jacalito el viernes que entra a buscar al gran hijo de puta que golpeó a mi amigo?

2 comentarios:

Mr.Kite dijo...

Bueno, le comento que todo en mi cabeza fue transcurriendo como en un cómic jeje.

Siempre hay tipos que arruinan todo, en este caso, una agradable reunión, pero vaya después de todo no hay que lamentar ninguna pérdida...bueno si, no puedo negarle que me quede pensando en el saborcito de unos tacos a medio comer ya con salsita y limón, hijole se me antoja´ron mucho...je

Pero bueno, respecto a la última pregunta "give peace a chance"...

SALUDOS!

Ro.- dijo...

MMM SOLO SOY UN PEQUEÑO INDIVIDUO Q BUSCA PAZ EN EL MUNDO ASI QUE ME ANOTO COMO VOLUNTARIO PARA IR A BUSCAR AL GRANUJA HIJO DE LA CHINGADA CON TODO EL RESPETO Q ME MERESE SU MAMA... Y DARLE UNA BUENA LECCION .