sábado, 16 de agosto de 2008

Y el Oscar es para...


Al Pacino se queda idiota, Marlon Brando se arrodillaría, Sean Penn pagaría lo que fuera por unas clases... La M aplaude... tan fuerte hasta dejar de escuchar el sonido de ese maldito taladro... ¡Bravo! ¡Bravísimo! 

Recuerdo mi temporada teatral cuando gritaban emocionados, cuando aventaban flores, cuando se ponían de pie... ahora soy yo la que está en la butaca. Siempre creí que un buen intérprete era el que con hilos manejaba al espectador, ¡QUÉ ESTÚPIDA! jamás me di cuenta de las cuerdas en mis hombros, del movimiento intencional, del libreto aprendido..

¡QUÉ ESTÚPIDA! arriesgada a tanto, soñando tanto, creando tanto, creyendo tanto... creyendo, creyendo, creyendo, creyendo, creyendo, creyendo y 2983020 miles de 'creyendos' más... Son las 4:33:22 am  y estoy convencida de que un Oscar sería un chicloso para ti. Lo recuerdo y creo que pocas cosas me habían hecho sentir como tierra en una suela de zapato. ¿En qué estaba pensando, cómo fue que sucedió, qué fue lo que me dijo, cómo fue que actuó? 

¡Bravo! mereces un reconocimiento, un diploma, un lugar en el cuadro de honor (igual que yo) ¡QUÉ ESTÚPIDA! disfrutando tantas letras, escribiendo latidos muertos, respirando mentiras de moda, creyendo conjugaciones en serie, creyendo, creyendo, creyendo, creyendo, creyendo y volví a creer...

Es que, de dónde sale tanta perfección, cada movimiento me consta fue perfecto y exacto... planeado sin ningún tipo de error, cada momento, sin duda fue hecho para mí. Nadie más lo hubiera creído que yo, nadie más lo hubiera sentido, nadie más habría dado, nomás yo... sólo yo... Ah pero ¡QUÉ ESTÚPIDA!

Estoy en el mood de hacer muchas cosas, me estoy empapando de adrenalina, la siento en todo el cuerpo, quisiera gritar, correr, saltar, golpear, chillar, reír, quisiera explotarme pero no, soy de implosiones y ahora mucho más...

Treparon a la niña marinera a su barquito de papel y soplaron fuerte fuerte, y ahí estoy, ahí voy navegando en medio de un huracán de palabras, de ideas, de sueños, de sensaciones, de olores, de risas, de juegos, de mentiras... Aquí estoy sin saber qué pienso, ni qué siento, ni por qué grito, para qué, si me he ahogado tantas veces, una más no es nada.

Reafirmo eso que pensé alguna vez, quisiera ser como la lluvia porque puede gritar, tan fuerte como se le antoje... creo que debo empezar a creer en el karma...

Podría estar feliz bebiendo y comiendo con mis amigos, celebrando y no, aquí estoy con una gran dosis de Moby, fotos, sueños rotos, lágrimas secas y un coraje conmigo misma que tardará en pasar... Lo único que me queda es una panza vacía, un celular traidor, una llamada feliz y paradójica, una gorra, estrellas de colores y risas de incredulidad...




La pregunta para ganarse el Oscar: ¿Por qué dudé de mí? 

Y ahí va una pregunta sin respuesta, y creo que más que en otras entradas en ésta queda a la perfección: ¿Y la transparencia dónde quedó? si alguien encuentra la pregunta y tiene una respuesta, por favor háganmela llegar...


0 comentarios: