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Llego a mi casa y no quiero, todo es un asco, todo es un desorden y no quiero mover nada, sólo quiero salir corriendo de aquí, ya no quiero dormir aquí, ya no quiero estar aquí. Se me va el aire y los ojos explotan sin pedir permiso. Me quedo sentada sin hacer nada, sin poder pararme, sólo aprieto los puños lo más fuerte posible y lloro sin poder controlarme, me recargo en el sillón y no puedo abrir los ojos; siento que soy una niña, quiero hablarle a mi mamá pero sé la espantaría si me escucha así, necesito hablarle a alguien y no sé a quién.

Seguro los vecinos estarán pensando quién sabe qué cosa... no me importa, no me importa nada, siento que me estoy rompiendo, me quedo sollozando por 10 ó 15 segundos y luego jalo aire y vuelvo a explotar, no sé qué hacer, me siento muy mal. Siento que enloquezco más y más cada segundo que pasa, me desespero, me pego y termino azotando lo primero que encuentre... tengo mucho frío y no puedo dejar de temblar, qué hago!

No quiero que llegue el 23, no quiero.