Pues sí, todo lo que comienza debe acabar y es feo... Se siente esa sensación de vacío desde la panza, y los golpes de ideas horrendas me knockean en el primer round.
La rutina es la que me mata de a poco, es la que no me deja avanzar... Supongo que como en cualquier muerte la resignación llega con el tiempo.
Fue un gran viaje, por primera vez hablé de mis sentimientos sin preocuparme por nada, confesé lo inconfesable y con todo y 'pruebas'... Grité lo que me dio el tiro de gracia y qué bien se siente liberarse de eso.
La pregunta del fin: ¿Por qué me siguen haciendo daño? Qué injusto es, pero supongo que es el karma.
I'm back, bitches.
Hace 5 años
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