Comienzan las presiones, el estrés, la comedera de uñas (para seguir decorando mis hermosas manos), las desveladas y por supuesto mi fiel compañero en las 'no dormidas' el Monster (no lo intenten en su casa)... Comienza el tiempo de entregas y eso sin duda, es lo más pesado sobre todo cuando se juntan más de 3...
Hay días donde quisiera salir corriendo, juntar a amigos, montar un teatro ambulante e irme a recorrer todo el mundo con una obra original, divertida y auténtica... Hay otros donde quisiera volver a dar clases de canto y volver a tocar el piano; sin embargo, sé lo que quiero y a veces los sacrificios valen la pena...
Necesito hacer ejercicio, me urge, quiero aprender a pedalear y sacar mi bici lo antes posible, quiero volver a correr, usar mis pesitas... Decidido, lo haré... volveré a echarme un libro a la semana, volveré a despertarme más temprano para correr, volveré a comprar todo para el desayuno, la comida y la cena, traeré mis partituras, no descuidaré a la gente que me quiere, mantendré mi hogar en buen estado, tenderé mi cama todos los días (bueeeeeno, haré lo posible)... Siempre hay tiempo para todo, ya no habrán más pretextos!!
Retomaré aquellos tiempos donde me salía a caminar de manera nocturna mientras Chopin me hablaba con un Nocturne in G Minor... sí, seguiré los consejos de Víctor... Mientras tanto, ya preparé provisiones, Monster, helado, yogurt, salchichas, fruta, agua y por supuesto, no podían faltar mis cervezas tan preciadas... gran variedad que encontré!! A desvelarse se ha dicho...
La pregunta del trabajo: ¿Por qué mi madre siempre le atina a las cosas?
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