Pasó el 23 y terminó con una gran sonrisa con sabor a tequila... estar con los amigos siempre ayuda y mucho... bailamos, cantamos, reímos, nos abrazamos y nos sentimos felices, somos felices.
La ingesta de alcohol fue un tanto adolescente pero sin duda llena de magia... éramos 4 personas totalmente desnudas, sinceras, sin poses ni maquillaje... seguramente muchos me dirán que caigo de nuevo a lo mismo, pero yo sí creo que hay gente buena que quiere ser feliz, gente que habla con la verdad y que no tiene ningún interés más allá que compartir...
Fue un 23 de abril diferente, sin convalecencias, sin dolor, sin collarines, sin analgésicos, sin ningún tipo de malestar, lo vivimos, lo disfrutamos y ya... pasará el 24, el 25, el 30 y seguirá corriendo el calendario... Vienen sorpresas...
La pregunta superada: ¿Cuándo comenzaron a vender tequila en botellas de 1,750 L?
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